jueves, 2 de julio de 2009

Actualidad

Otra sección. Ya van dos.
Como sabréis, el ayuntamiento de Madrid ha acordado por unanimidad retirar a Franco los títulos de Alcalde Honorario e Hijo Adoptivo.
Muy bien, pero es un poco tarde para quitárselos ya. Lo que tendrían que haber hecho es no dárselos nunca.
Conceder estos títulos a un hombre que nos quitó un gobierno de justicia para tener otro de represión, miedo, intolerancia, ignorancia, sufrimiento y dolor mudos tras 3 terribles años de guerra civil que devastaron lo que llamaban "gran nación" y demás parafernalia es algo fruto del miedo que sentíamos por él y sus amigos falangistas. No queríamos que nos fusilasen, no queríamos que nos torturasen, no queríamos sufrir más. Ya lo habíamos estado haciendo tres años. Pero nos quedaría mucho tiempo de infortunios aún.
La felicidad que aparece en fotos, anuncios o testimonios de entonces es falsa. Los que habían vivido la guerra aprendieron a temer y a callar.
Los que se criaron con un Régimen que ha provocado delitos contra la humanidad aprendieron a amar al Generalísimo de los ejércitos, creyendo que todo el mundo se alegraba de que le tuviésemos a él y no a don Manuel Azaña.
Entonces sí que teníamos tiempos felices. Primo de Ribera había sido derrocado. Vivíamos en una nación justa y honesta, con la mejor constitución que ha tenido este país. Se permitía el divorcio, la inviolavilidad de la morada, de la correspondencia, se suprimían los privilegios de la nobleza y a ésta como clase social, y lo mejor, se separaba la Iglesia del Estado. Además, fue el único período en el que tuvimos contacto con la Unión Soviética de Lenin, una república resplandeciente y uno de los centros del comunismo internacional junto con la Alemania del siglo XIX y China.
Pero nos quitaron eso... y mucho más.
Por miedo, cuando los falangistas acababan de ganar la guerra se mostraron felices, y en cierta manera lo fueron, porque pensaron que no había nada peor de la guerra de la que habían sobrevivido asombrosamente. Pero se equivocaron. Le dimos todo lo que quisimos, para no sembrar la semilla del odio en él. Mientras nosotros teníamos cuartillas de racionamiento, él tenía cuatro platos en la mesa.
Así pasamos 40 años de dolor, de injusticia, de ignorancia, de dictadura... de derechas, que significa todo esto.
Los mismos que se habían alegrado cuando subió al poder se alegraron cuando murió, porque se dieron cuenta de que 40 años de gobierno suyo habían sido peor que 3 años de guerra, porque en esos tres años siempre había habido una posiblidad de que los republicanos ganasen, aunque no lo hicieron, por desgracia.
Que le quiten esos títulos quitará un peso de encima a muchas personas que vivieron cuando él aplastaba sus derechos con estatura de David el gnomo, calvicie de Coto Matamoros y voz de un solo huevo.
Mi primer artículo...

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