jueves, 30 de julio de 2009

Cultura

Ayer fui a ver Harry Potter y el misterio del príncipe.
Bien, ciertamente salí contento. Me agradó ver cómo no estropearon en demasía el libro, pues varias tramas no salieron absolutamente mutiladas, sino algo "magulladas", aunque hay que tener en cuenta que es difícil meter un libro de 600 páginas en un guión de 120.
Es preciso elogiar a los guionistas y al director por ello. Porque algunos guiones aparecían casi intactos y cómo hay momentos para emocionarse y llorar, cómo se capta la desolación en algunas ocasiones y cómo también hay un un humor que arranca risas. Un humor que mezcla que ralla lo absurdo y lo sencillo, un humor que se puede encontrar en lo visual y en el diálogo.
También se hace notar el hecho de que la película dure casi 3 horas: no se ha querido dejar pasar la mayor parte de la historia, por eso se ha alargado para que sepamos lo máximo en el mínimo tiempo posible.
Aunque aún me escamea que ni David Yates ni Alfonso Cuarón hayan querido que ni en la tercera, quinta ni sexta películas se den imágenes de cómo se gana el campeonato de Quidditch (pues en los respectivos libros Harry Potter los gana)...
Pero, en general, muy buena película, recomendable.

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